Relacionado con:
– Auto-regulación, fundamento del desarrollo: Regulación emocional
– Auto-regulación, fundamento del desarrollo: Regulación de la atención
– Área del desarrollo 3, desarrollo del lenguaje, la comunicación y la lectoescritura: La comunicación social
– Área del desarrollo 4, desarrollo cognitivo: La memoria
– Planteamientos del aprendizaje: La curiosidad y la iniciativa
Las interacciones y relaciones interpersonales son extremadamente importantes para el sano desarrollo social y emocional de los niños. Las primeras que establecen son las que forman con sus progenitores y muy especialmente con la madre. Mientras desarrollan estas relaciones de apego, los niños también empiezan a interactuar y a responder con los adultos que están presentes a menudo en sus vidas. Los pequeños se valen de las primeras relaciones de apego como punto de partida para desarrollar nuevas relaciones con los adultos conocidos. Aunque siempre prefieren en primer lugar a su madre, sobre todo cuando están angustiados o se hallan en situaciones novedosas.
Los pequeños buscan relacionarse con los adultos por varios motivos: para sentirse seguros, para aprender del mundo que les rodea y para relacionarse socialmente de forma segura con otros. Durante la primera infancia los niños realizan interacciones sociales mirando a los ojos y haciendo sonidos a adultos, conocidos o desconocidos. A medida que se acercan al año de edad empiezan a experimentar la ansiedad por la presencia de desconocidos y tienden a escoger a los adultos conocidos, muy especialmente a la madre.
Los niños inician a propósito interacciones mutuas o juguetonas con adultos conocidos y los buscan cuando necesitan guía o ayuda. Mientras van aumentando sus habilidades cognitivas y la capacidad de jugar, a los niños empieza a interesarles notablemente los papeles de adultos y con frecuencia exploran activamente esos roles mediante el juego.
Los niños de dos años suelen usar el lenguaje para llamar la atención de los adultos y expresarles sus pensamientos, emociones e ideas. La capacidad de formar relaciones positivas con los adultos marca profundamente a los niños en el desarrollo posterior de las relaciones con los compañeros para que sean sanas y constructivas, además de ayudarles a desarrollar adecuadamente el concepto del yo.
0 a 9 meses
Los niños desarrollan la capacidad de usar señales para llamar la atención de sus padres. Al final de esta etapa los niños empiezan a participar en la comunicación juguetona con los adultos conocidos.
Indicios
- El niño usa señales para comunicar sus necesidades: el llanto, el lenguaje corporal y las expresiones de la cara
- Intenta relacionarse con los adultos, sin importar si son conocidos o desconocidos
- Participa en interacciones sociales con adultos sonriendo, arrullando y mirándoles a los ojos
- Termina demostrando preferencia por los adultos conocidos: extiende la mano para comunicase con la madre
- Comienza a mostrar cautela con los adultos desconocidos
- Participa en interacciones sencillas y mutuas con la madre: juega a esconderse la cara, balbucea en respuesta a la madre y repite este tipo de interacciones
Estrategias
- Proveer un cuidado oportuno y sensible para las necesidades del niño
- Proveer un ambiente cariñoso y de tierno cuidado con adultos confiables, al mismo tiempo que la madre proporciona un cuidado constante a las necesidades de su hijo
- Relacionarse con el niño cada día mediante interacciones cariñosas
- Consolar al niño cuando está alterado, asustado o abrumado: dar abrazos suaves o usar tonos tranquilizadores con la voz
- Seguir al niño cuando quiere quiere ir al jugar a algún sitio de la casa y relacionarse con él
7 a 18 meses
Los niños se valen de adultos conocidos para su orientación y consuelo. También inician y participan en la comunicación mediante interacciones de doble sentido con la madre.
Indicios
- Busca la reacción de la madre en situaciones inciertas
- Se relaciona con adultos al jugar: golpea un tambor de juguete y vuelve a golpearlo después de que un adulto hace lo mismo
- Se apoya en la madre para tener una “base segura” con la que explorar el entorno
- Usa la “referencia social” al encontrar experiencias nuevas: mira la cara de la madre para ver indicios de cómo responder a una persona desconocida o un objeto desconocido
- Atrae a un adulto conocido para iniciar una interacción: le da un libro o un juguete para usarlo juntos
Estrategias
- Seguir adonde el niño quiere ir en el juego. Reaccionar siempre de forma alegre y genuina durante las interacciones, sin mostrar hastío ni cansancio
- Responder al niño siempre con constancia y en el mismo tono agradable. Esto es muy importante para ayudar a desarrollar su confianza y estabilidad emocional en la expresividad social
- Ofrecer el apoyo con comportamientos consoladores como sonrisas y abrazos
- Proveer ratos dedicados al juego para relacionarse con el niño mediante interrupciones limitadas
16 a 24 meses
Los niños buscan activamente a los adultos conocidos y empiezan a mostrar un interés en las tareas y los roles de adulto.
Indicios
- Forma vínculos afectivos con otros adultos conocidos, muy especialmente con la madre
- Busca la ayuda de los adultos cuando tiene dificultades, pero puede rehusar esta ayuda y decir “no”
- Responde a la orientación: colocando una forma en el clasificador de objetos después de que la madre le enseña a hacerlo
- Imita las acciones de los adultos conocidos: mueve las manos de un lado a otro imaginando que habla por teléfono después de ver al padre hacer esas mismas gesticulaciones
Estrategias
- Consolar al niño y reconocer sus sentimientos de angustia. Enseñarle palabras para describir las emociones que exhibe
- Fijar límites apropiados y constantes. Proponerse siempre expectativas realistas
- Entregarle al niño varias opciones: “¿Quieres el vaso azul o el amarillo?”
- Establecer rutinas y mecanismos de actuación constantes durante todos los días
- Permitir mucho tiempo para el juego de fantasía
21 a 36 meses
Los niños se relacionan con adultos para comunicar ideas, compartir sentimientos y resolver problemas. También exploran activamente los roles y tareas de los adultos.
Indicios
- Imita los roles y las actividades de los adultos mediante el juego de fantasía: compra o prepara comida
- Inicia actividades que tienen significado en la relación: acerca al padre su libro favorito para leerlo juntos
- Comunica pensamientos, emociones, preguntas y planes a los adultos, sean conocidos o desconocidos
- Demuestra deseo por tomar el control de las situaciones o por tomar decisiones independientes de los adultos
Estrategias
- Jugar y pasar tiempo de calidad con el niño cada día
- Responder con interés y atención sincera cuando el niño conversa
- Proveer materiales para el juego del niño: una cocina de juguete, un teléfono, piezas de madera
- Proveerle opciones para que pueda sentir que tiene más control: “¿Qué prefieres para merendar, leche o zumo de frutas?”.
Ejemplo de la vida real
Bruno es un bebé alegre y social de 10 meses que tiene una relación segura de apego con su madre. Ha empezado a relacionarse activamente con otros adultos conocidos mediante breves interacciones y el juego sencillo. Durante los últimos cinco meses Bruno ha acompañado a su madre a la tintorería del barrio una vez a la semana. La propietaria de la tintorería es una señora cariñosa que se llama María. Cada vez que Brandon y su madre han entrado a la tintorería María siempre le ha dicho a Bruno «hola», acariciándole la barriga y expresando entusiasmo durante sus interacciones con él. Bruno también ha observado las expresiones faciales e interacciones de su madre con María: siempre sonríe, está relajada y conversa de forma positiva.
Bruno ya ha desarrollado una conciencia con la gente desconocida en comparación con los adultos conocidos. Por eso se alegra ostensiblemente cuando su madre abre la puerta de la tintorería. Aunque se retira de adultos desconocidos que extienden los brazos hacia él, se siente cómodo al inclinarse hacia María cuando ella le hace un gesto para ir a sus brazos. El niño se ríe y mueve el cuerpo hacia arriba y abajo para expresar el gozo de ser llevado en brazos por la señora. Con frecuencia intenta quitar las lentes de su cara. María redirige suavemente sus manos con las manos suyas y las mueve para arriba y abajo. Cuando es hora de despedirse, Bruno se inclina hacia su madre y le dice “adiós” con la mano a María al salir de la tienda.
En este ejemplo Bruno está formando relaciones con otros adultos que aparecen de forma constante en su vida. Su fuerte apego con la madre ha sentado el cimiento para desarrollar interacciones sociales significativas. Porque el niño puede apoyarse en su madre para conseguir seguridad en situaciones diferentes y/o novedosas. Las interacciones constantes entre María y Bruno han contribuido a la relación entre los dos, porque Bruno asocia a María con experiencias agradables. Por eso espera ver a María cuando su madre abre la puerta de la tintorería. Aunque Bruno ha empezado a exhibir ansiedad con los desconocidos, el uso de las referencias sociales le ayuda a reconocer que María es una persona con quien su madre se siente cómoda. Por eso Bruno se siente menos renuente en la presencia de la señora. Este ejemplo resalta la manera en que las áreas social y emocional, lingüística y cognitiva del desarrollo funcionan juntas para apoyar a los niños en la formación de relaciones especiales con otros.