Relaciones de apego


 

NORMA
Los niños forman relaciones seguras de apego con los padres cuando están disponibles para relacionarse con ellos de forma emocional y les responden de manera constante al satisfacer sus necesidades.
 
Relacionado con:
– Auto-regulación, fundamentos del desarrollo: Regulación emocional
– Auto-regulación, fundamento del desarrollo: Regulación del comportamiento
– Área del desarrollo 2, desarrollo físico y salud: Motricidad gruesa
– Área del desarrollo 2, desarrollo físico y salud: El auto-cuidado
– Área del desarrollo 4, desarrollo cognitivo: La memoria
– Planteamientos del aprendizaje, confianza y toma de riesgos
 

Las relaciones seguras de apego son el cimiento del sano desarrollo social y emocional. Los niños crean lazos afectivos muy especiales con sus padres y con los adultos de proximidad que son cariñosos y sensibles, porque les responden de manera confiable cuando se trata de satisfacer sus necesidades. Estas relaciones ayudan a los niños a confiar en los demás y a sentirse seguros de sí mismos. Todo esto es importante para que puedan explorar, aprender, relacionarse y establecer vínculos afectivos con otros.

Las relaciones de apego consisten primero en satisfacer las necesidades básicas de los niños mediante el cuidado sensible y la sincronía. La confianza se desarrolla cuando se satisfacen estas necesidades de forma constante a lo largo del tiempo. Una vez los niños empiezan a gatear y caminar, se valen de las personas con las que tienen un apego seguro para construir su base mental de exploración. Los niños demuestran comportamientos que buscan la proximidad de la familia para conectarse y reconectarse con sus figuras de apego durante la exploración, muy especialmente con la madre. Es normal que se vayan gateando durante un rato breve, se paren y vuelvan gateando para estar de nuevo con ella. Una vez los niños se sienten seguros emocional y físicamente cuando la mamá confirma lo que están haciendo, vuelven de nuevo a explorar su ambiente.

Algo normal en las relaciones de apego es la ansiedad por la separación. Esta ansiedad ocurre cuando los niños están físicamente separados de su principal figura de apego, que es la madre. Los niños que tienen una relación segura de apego extrañan a la mamá cuando están separados de ella y se alegran mucho cuando vuelve a estar presente.

La necesidad de los niños por la proximidad física se va reduciendo mientras crecen. Porque pasan a usar otras habilidades como el lenguaje, las miradas a los ojos y los gestos para mantenerse conectados con sus progenitores. Aun con estas habilidades sociales nuevas, los niños seguirán buscando la proximidad física. Porque las relaciones seguras de apego proporcionan a los niños fuertes sentimientos de auto-estima y confianza: quieren sentirse importantes y especiales en las vidas de sus padres y de los familiares.

 

Las prácticas suficientemente buenas de crianza y educación

Las prácticas de la crianza y educación de los hijos están influenciadas por la cultura, la comunidad y la historia de la familia. Cada padre, madre o cuidador tiene diversas metas que espera alcanzar al criar a los niños. Por lo tanto, cuando surge la pregunta de si la crianza es suficientemente buena, solo puede haber respuestas variadas en función de los contextos sociales y culturales de los padres y los cuidadores. Lo realmente importante es que los niños formen relaciones seguras de apego con sus progenitores, que deben estar presentes para relacionarse emocionalmente y responder de forma constante cuando se trata de satisfacer sus necesidades. Cuando esto sucede, entonces las prácticas son “suficientemente buenas” porque contribuyen a que los niños se sientan queridos y bien cuidados.

Una madre que realiza su labor lo “suficientemente bien” también toma en cuenta las naturalezas individuales de sus hijos, complementando sus diferencias y alentando aquello en lo que comienzan a destacar e interesarse, en lugar de obligar por fuerza a obedecer los propios deseos y necesidades personales de los padres. Este planteamiento de la crianza y educación de los hijos demuestra sensibilidad con la naturaleza individuante de cada hijo y anima a los padres, madres y cuidadores a responder de manera proporcionada en cada situación.

 

0 a 9 meses7 a 18 meses16 a 24 meses21 a 36 meses

0 a 9 meses

Los niños empiezan a desarrollar la confianza, iniciar la interacción y buscar la proximidad de la madre y el padre.

Indicios

  • El niño mira a alguien a los ojos, sigue mirándolo y deja de mirarlo
  • Responde a la madre sonriendo y arrullando
  • Busca el consuelo de la madre
  • Imita los gestos y sonidos de los padres
  • Demuestra preferencia por la madre
  • Exhibe ansiedad por la separación: no quiere estar en los brazos de otra persona que no sea la madre

Estrategias

  • Proveer un cuidado oportuno, responsivo y sensible a las necesidades del niño
  • Tener en brazos, abrazar y sonreír al niño y relacionarse con él
  • Seguir los indicios del niño, permitiendo que deje de relacionarse con los demás cuando quiere estar solo
  • Proveer un ambiente cariñoso y de tierno cuidado en el entorno familiar, con la madre como referente principal

7 a 18 meses

Los niños confían en sus padres, se relacionan con ellos y los buscan para que les consuelen. Los niños pueden explorar confiados su ambiente cuando están físicamente cerca de la madre.

Indicios

  • Distingue entre la madre y el padre
  • Intenta cambiar la situación cuando ocurre la ansiedad de separación: sigue a la madre cuando sale del cuarto
  • Usa la referencia social de la madre en situaciones inciertas: mira a su cara para ver indicios de cómo responder a una persona desconocida o a una situación novedosa
  • Se vale de la madre como una “base segura” para explorar los entornos
  • Exhibe ansiedad ante desconocidos y preocupación en una situación novedosa
  • Busca el consuelo de la madre o de un objeto conocido: tiene un animal de peluche favorito
  • Inicia y continúa interacciones la madre

Estrategias

  • Hablarle y cantarle al niño a menudo. Aprovechar oportunidades como cambios de pañales y comidas
  • Consolar y sosegar al niño cuando es necesario
  • Seguir al niño adonde quiere ir y leer sus indicios durante las interacciones
  • Al separarse del niño decir adiós con la mano y con la voz, asegurándole que volverá a producirse un encuentro. Consolar y sosegar al niño cuando se va la mamá al trabajo
  • Al reunirse con el niño después de una separación, permitirle el tiempo suficiente para que pueda reconectarse plenamente

16 a 24 meses

Los niños empiezan a usar la comunicación verbal y no verbal para conectarse y reanudar las conexiones con su madre.

Indicios

  • Muestra una conexión sentimental con adultos conocidos distintos de la madre
  • Usa la imitación y el juego de fantasía para captar el sentido de las relaciones: usa un juguete para “peinarse” o da de comer y mece a una muñeca
  • Juega más lejos físicamente de la madre. Se acerca cuando es necesario
  • Busca la proximidad física cuando está angustiado
  • Busca activamente reacciones emocionales de la madre al decir hola con la mano, abrazarla o ponerse a llorar

Estrategias

  • Consolar y reconocer los sentimientos de angustia del niño. Proveer palabras para describir los sentimientos que el niño está exhibiendo
  • Fijar límites apropiados y constantes. Cuidarse de tomar en cuenta expectativas realistas
  • Proveer muchas oportunidades de jugar y relacionarse con adultos que le dan un tierno cuidado
  • Estar presente para relacionarse física y emocionalmente con el niño, sobre todo al reunirse después de una separación
  • Responder a los intentos del niño por provocar una respuesta: echarle un besito por el aire después de que el niño lanza un besito con la mano
  • Dar un modelo de comportamiento apropiado: explicar cómo reaccionar emocionalmente en diferentes situaciones o cómo hablarles a los compañeros de juegos

21 a 36 meses

Los niños demuestran un gran deseo de que la madre comparta sus sentimientos, reacciones y experiencias. Se reducen los comportamientos que muestran una necesidad de estar físicamente con ella, aunque en las situaciones de angustia todavía buscan estar cerca de la mamá.

Indicios

  • Usa las miradas y palabras para mantenerse conectado, sin tener que estar cerca físicamente o tocar a la madre
  • Inicia las actividades significantes de la relación: trae un libro favorito para leerlo con la mamá
  • Comunica pensamientos, sentimientos y planes a la madre
  • Busca la ayuda de los padres cuando tiene que acometer tareas difíciles
  • Con la ayuda de la madre, comienza a separarse de ella sin mostrar ansiedad

Estrategias

  • Mostrar empatía y reconocer cómo se siente el niño
  • Darle encomios genuinos cuando comparte sus logros
  • Reaccionar con interés cuando conversa el niño
  • Reconocer y responder a las comunicaciones verbales y no verbales del niño
  • Preparar al niño para una separación de la madre al decirle adiós, explicándole que volverá después

 

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