Autoconciencia y concepto del yo


 

NORMA
Los niños desarrollan una identidad de sí mismos.
 
Relacionado con:
– Auto-regulación, fundamento del desarrollo: Regulación fisiológica
– Auto-regulación, fundamento del desarrollo: Regulación emocional
– Área del desarrollo 3, desarrollo del lenguaje, la comunicación y la lectoescritura: Comunicación receptiva
– Área del desarrollo 3, desarrollo del lenguaje, la comunicación y la lectoescritura: Comunicación expresiva
– Área del desarrollo 4, desarrollo cognitivo: Desarrollos de conceptos
 

El concepto del yo tiene que ver con los pensamientos y sentimientos de los niños acerca de sí mismos. Porque no nacen con la capacidad de reconocer sus propios sentimientos y pensamientos. Así que dependen de sus relaciones y experiencias tempranas con sus padres para conseguir formar un correcto desarrollo de la autoconciencia. Esta conciencia emergente que tienen los niños de sí mismos como personas distintas con pensamientos y sentimientos propios es crucial para la formación de relaciones positivas con otros y les ayuda a desarrollar la confianza en su propia capacidad.

El primer concepto del yo aparece cuando los niños se dan cuenta que son físicamente distintos de la madre, algo que sucede mientras se produce la lactancia. Porque en los primeros meses de vida los bebés están tan unidos psicológicamente a la madre que se perciben a sí mismos como si fueran parte de ella. A partir de los cinco meses de edad los niños se dan cuenta que son individuos distintos y durante los siguientes dos o tres meses comienzan a desarrollar una autopercepción propia y conciencia clara de sí mismos. A partir de ese momento los bebés responden cuando se les llama por el nombre, hasta que en el entorno de los 18 meses demuestran que se reconocen a sí mismos identificándose en espejos y fotografías.

El desarrollo social de los niños durante estos años es muy importante para el correcto progreso de la autoconciencia. Esto se nota primero en la capacidad de identificar las partes de su cuerpo cuando se les pide nombrarlas y a referirse a sí mismos en primera persona. Más o menos al mismo tiempo que demuestran el reconocimiento de sí mismos, empiezan a usar palabras como “yo” y “mío”. Los niños siguen desarrollando su autoconciencia cuando son conscientes de sus propias características y empiezan a identificar emociones y preferencias propias en las interacciones cotidianas.

 

Por qué la edad terrible de los dos años no es tan terrible

Los niños empiezan a afirmar visiblemente su independencia cuando aprenden a caminar. Con frecuencia esta lucha entre los deseos de los niños y los de sus padres desemboca en gritos, lágrimas y frustración. Por eso a esta edad de afirmación positiva contra las voluntades de los adultos se la describe con frecuencia como la de los “terribles dos años”.

A pesar de que las expectativas para el comportamiento se determinan según los contextos sociales y culturales, la edad “terrible” de los dos años tiene rasgos comunes por ser un mecanismo de autoafirmación propio de todos los niños, con independencia de las expectativas que tengan los padres con sus pequeños. En la cultura occidental es frecuente animar a la independencia, esperando muchas veces que los niños muy pequeños controlen comportamientos y emociones que no pueden manejar a tan tierna edad. Las expectativas deben ser siempre realistas. Por eso la paciencia y la guía sensible de los padres son importantes para los niños pequeños y pueden ayudar a que la edad “terrible” de dos años sea ¡fantástica!

 

0 a 9 meses7 a 18 meses16 a 24 meses21 a 36 meses

0 a 9 meses

Los niños empiezan a reconocerse a sí mismos como individuos distintos de otras personas. Al principio los bebés no están conscientes de ser personas distintas. Pero entre los seis y nueve meses emerge la capacidad de la autoconciencia.

Indicios

  • El niño demuestra que le interesan las caras y las voces de otras personas
  • Explora sus propias manos y sus propios pies
  • Reconoce su nombre: alza la vista o vuelve la cabeza hacia alguien que dice su nombre
  • Reconoce y prefiere a adultos conocidos y hermanos: se inclina hacia la madre cuando está en los brazos de un desconocido
  • Inicia las interacciones con otros: imita acciones y juega a esconderse la cara
  • Empieza a exhibir el inicio de la atención compartida: señala con el dedo a personas y objetos
  • Demuestra ansiedad por la separación: llora cuando su madre sale del cuarto

Estrategias

  • Abrazar al niño, darle un tierno cuidado y responder atentamente a sus señales
  • Usar el nombre del niño durante las interacciones
  • Proveer espejos para que el niño pueda mirarse a sí mismo
  • Leer juntos libros que reflejen la identidad cultural de la familia
  • Reconocer los esfuerzos del niño por iniciar y participar en interacciones: mirar hacia el objeto que el niño está indicando con el dedo y decir el nombre del objeto

7 a 18 meses

Los niños empiezan a estar más conscientes de sus propias características y comienzan a expresarse con sus propios pensamientos y emociones.

Indicios

  • Es consciente de quienes son los progenitores al llamarles por nombre: “papá”
  • Participa en la atención compartida con personas conocidas: junto con el padre participa en mirar y relacionarse con objetos y personas
  • Responde con sonidos vocales o gestos cuando oye su nombre
  • Demuestra que le interesa mirarse en el espejo
  • Usa gestos y unas pocas palabras para expresar sentimientos: “no”
  • Usa la referencia social para guiar las acciones y empieza a poner a prueba los límites
  • Señala con el dedo e identifica partes de su propio cuerpo: indica los ojos cuando se le pregunta: “¿Dónde están tus ojos?”

Estrategias

  • Usar nombres al referirse a personas significativas en la vida del niño
  • Usar la imitación de sentimientos para corresponder las emociones del niño: hacer expresiones con la cara y usar el lenguaje corporal para expresar los mismos sentimientos que el niño está expresando con la voz
  • Permitir que el niño exprese deseos. Proveerle opciones que le permitan algo de control
  • Gestionar los límites y las restricciones con el niño
  • Usar canciones y juegos con los dedos para ayudar al niño a identificar los nombres de varias partes del cuerpo

16 a 24 meses

Los niños llegan a ser conscientes de sí mismos como seres distintos de los demás, tanto física como emocionalmente. Durante este periodo luchan con frecuencia por hallar un equilibrio entre ser independientes y necesitar el tierno cuidado de sus padres.

Indicios

  • Demuestra una conciencia de sí mismo: toca la imagen de su propia nariz al verla en un espejo
  • Puede enunciar su propio nombre
  • Se refiere a sí mismo usando gestos y el lenguaje
  • Demuestra una clara comprensión conceptual y de uso con las palabras del tipo “mío”, “yo” y “tú”
  • Se indica a sí mismo en fotos y otros medios audiovisuales
  • Pone a prueba los límites a menudo
  • Pide ayuda a sus padres pero quiere intentar terminar tareas de forma autónoma

Estrategias

  • Proveer palabras para nombrar los sentimientos que el niño está expresando. Validar sus sentimientos
  • Proveer un tierno cuidado, sobre todo cuando el niño está buscando el consuelo
  • Conversar a menudo con el niño. Darle oportunidades para hablar de sí mismo en un contexto significativo
  • Fijar límites con el niño y darle opciones a lo largo del día
  • Usar la redirección: darle un objeto a un niño que va a empezar a llorar porque otro niño tiene algo que él quiere

21 a 36 meses

Los niños empiezan a identificar y conversar sobre sus conexiones con otras personas y cosas. También pueden identificar sus sentimientos e intereses y comunicarlos a otros.

Indicios

  • Dice los nombres de los familiares y cuenta historias sobre ellos
  • Pide ayuda a adultos conocidos pero les da empujes para alejarlos y rehúsa aceptar la ayuda
  • Incorpora en su juego los roles de otros familiares
  • Empieza a mostrar que le interesa describir sus características físicas: “mira, tengo ojos azules”
  • Demuestra preferencias entre los objetos: “quiero el vaso verde”
  • Comunica los sentimientos: puede decir “estoy triste” o pisotea el suelo cuando está enojado
  • Empieza a entender el concepto de la posesión: “tuyo”, “de ella”, “de él”

Estrategias

  • Escuchar y responder con interés sincero mientras el niño expone información significativa sobre su vida
  • Preguntar al niño sobre cómo le fue el día, con sus amigos y sus cosas favoritas
  • Reconocer los esfuerzos del niño por compartir cuentos, pensamientos y preguntas: comentar y contestar oportuna y genuinamente
  • Tener en cuenta y respetar las diferencias culturales en cuanto a la independencia
  • Animar al niño a traer una foto de su familia para guardarla en un lugar donde puede alcanzarla

 

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