Los niños demuestran interés por los materiales impresos y aceleran su aprendizaje lectoescritor y sobre todo matemático si es la madre quien lo dirige desde el principio, es decir hace de madre maestra.
RELACIONADO CON:
– Auto-regulación, fundamento del desarrollo: Regulación de la atención
– Área del desarrollo 1, desarrollo social y emocional: Relaciones con adultos
– Área del desarrollo 4, desarrollo cognitivo: Desarrollo de conceptos
Los inicios de la lectoescritura incluyen tanto componentes hablados como formas escritas del idioma. Los niños desarrollan las habilidades iniciales de lectoescritura mediante interacciones cotidianas con sus padres. Estas incluyen cantar, hacer rimas y leer libros juntos. Los niños pequeños exploran libros mirándolos, tocándolos y hasta llevándoselos a la boca. “Leen” libros simplemente al moverlos o volver las páginas. Estas experiencias iniciales son el principio de la lectura para los bebés y promocionan el desarrollo futuro de sus habilidades de lectoescritura.
Durante el segundo año de vida los niños muestran un interés creciente en los libros, especialmente si los padres hacen de la lectura en voz alta una actividad cotidiana más. Señalan ciertas láminas e inician la lectura compartida haciendo gestos y apuntando pasajes que recuerdan de otras lecturas anteriores. Los niños identifican imágenes de ciertos objetos conocidos y los nombran. También llegan a interpretar correctamente palabras distribuidas por las paredes de la vivienda, colgadas con la intención de producir aprendizaje cotidiano de vocabulario. Comienzan a garabatear y dibujar al finalizar el segundo año. Si los padres trabajan a partir de ese momento la grafomotricidad y perseveran mientras transcurre el tercer año, sus hijos terminan escribiendo antes de cumplir el cuarto año. Porque las oportunidades para agarrar utensilios que permiten escribir, garabatear y dibujar ayudan a los niños a desarrollar sus habilidades precursoras a la escritura.
La tecnología también se puede introducir a partir del segundo año, pues hay software preparado para hacer actividades que incluyen reconocimiento de palabras y otras para desarrollar el lenguaje escrito. Pero siempre se debe hacer con un acompañamiento de los padres, para incorporar también el elemento digital en la comunicación efectiva con los adultos. No es conveniente dejar a los niños solos interactuando con este tipo de software.
0 a 9 meses
Los niños empiezan a poner el cimiento de las habilidades iniciales de lectoescritura, explorando materiales impresos y ampliando su capacidad para leer materiales impresos.
Indicios
- El niño muestra atención por los materiales impresos: mira fijamente una lámina en un libro
- Extiende la mano para agarrar libros y llevárselos a la boca
- Usa el tacto para explorar los libros: pasa las manos por la portada
- Usa las manos para manipular los materiales impresos: intenta pasar las páginas gruesas de un libro de cartón
- Señala láminas con el dedo o hace sonidos al mirar libros ilustrados
- Pasa ratos breves mirando los materiales impresos
Estrategias
- Presentar libros de diversas culturas, religiones e idiomas, incorporándolos a la rutina diaria del niño
- Dejar que el niño explore los libros metiéndoselos en la boca y volviendo las páginas
- Compartir con el niño diversos tipos de materiales impresos: libros de cartón, revistas, cajas de cereal
- Nombrar e indicar con el dedo objetos en el entorno del niño
- Pasar tiempo con el niño leyendo y mirando libros juntos
7 a 18 meses
Los niños se vuelven participantes activos en las actividades de lectoescritura con materiales impresos.
Indicios
- Señala con el dedo las páginas de un libro y reacciona: sonríe cuando ve una imagen de un perro
- Inicia actividades de lectoescritura: hace gestos hacia un libro o intenta volver las páginas de un libro de papel o una revista
- Imita gestos o sonidos durante actividades: mueve las manos al cantar, balbucea mientras la madre lee un libro
- Aumenta la capacidad de enfocarse en materiales impresos durante ratos más largos
- Agarra objetos e intenta garabatear: hace una marca ligera con un crayón en una hoja de papel
Estrategias
- Usar canciones y rimas de palabras. Cantar canciones con juegos de dedos, como “un pequeño dedo“
- Señalar con el dedo y nombrar algunas láminas de los libros
- Leer o contar con señas, cuentos que repiten palabras o frases. Usar palabras, frases o señas en varias lenguas si es posible
- Crear áreas especiales en casa donde el niño pueda alcanzar fácilmente los libros
- Proveerle al niño oportunidades para agarrar diversos tipos de utensilios para escribir: un crayón grueso, lápices o pinceles grandes
16 a 24 meses
Los niños empiezan a demostrar que entienden las palabras y los materiales impresos.
Indicios
- Vuelve una tras otra las páginas de un libro de cartón
- Señala con el dedo imágenes y acciones conocidas en libros
- Repite palabras conocidas de un libro cuando se leen
- Empieza a prever lo que va a pasar cuando conoce la historia del libro: genera sonidos y movimientos y/o usa palabras para nombrar dibujos
- Garabatea al azar
- Identifica un libro preferido y pide a personas conocidas que se lo lean: trae el libro o lo indica con el dedo y hace gestos
Estrategias
- Proveer acceso a revistas y libros a todas horas del día
- Animar al niño a repetir palabras y a señalar con el dedo objetos que se hallan en revistas y libros
- Nombrar objetos en el ambiente del niño: cama, ventana, mesa, pelota, muñeca
- Pasar tiempo de calidad con el niño para enfocarle hacia la lectura. Seguir al niño si quiere ir a otro sitio durante ese tiempo
21 a 36 meses
Los niños participan con otros en actividades de lectoescritura y tienen una conciencia y entendimiento aumentados de la variedad de tipos de palabras impresas que se hallan en su entorno.
Indicios
- Imita el papel adulto al usar materiales impresos: lee libros y revistas a animales de peluche o muñecos
- Participa independientemente en actividades iniciales de lectoescritura: se sienta en un rincón de libros y hojea páginas
- Recita de memoria varias partes de un libro
- Garabatea de forma más ordenada y empieza a nombrar lo que ha dibujado
- Informa lo que va a pasar más adelante en el cuento cuando se lo leen: usa gestos, palabras y/o sonidos para expresarlo
Estrategias
- Proveerle al niño libros que le resultan significativos. Es importante comenzar a discernir sus gustos y facilitarlos
- Animar al niño a adivinar lo que está pasando en el libro o lo que va a pasar en el cuento
- Comenzar a usar fichas para que pinte, siga líneas y aprenda las vocales y los primeros tres números
- Crear un libro especial con una foto del niño, individualizando su contenido con las fichas que ya ha hecho. Comentar las mejoras de su trabajo con gran entusiasmo
Tenga presente lo siguiente
El desarrollo de los niños no sucede en el aislamiento: alcanzan los hitos del desarrollo dentro de sus contextos sociales y culturales. Sin embargo, aunque el “cómo se desarrolla el niño” puede verse afectado por el contexto sociocultural, el “qué desarrolla el niño” es más universal.
A continuación se presentan algunas señales que deberían provocar una visita al pediatra para proceder a un análisis más detallado del niño.
- No sonríe todavía cuando tiene 4 meses
- No balbucea, no indica cosas con el dedo ni hace gestos con significado cuando ya ha cumplido un año
- No imita verbalmente los nombres de los objetos que le son más familiares cuando tiene 18 meses
- No construye frases de tres palabras cuando ha cumplido los tres años de edad
Bibliografía recomendada:
- 124 estudios que relacionan las vacunas con el autismo
- 30 Scientific Studies Showing the Link between Vaccines and Autism
- El caso que demostró la relación entre las vacunas y el autismo
- If vaccines don’t cause autism, then how do you explain all this evidence?
- Amish children don’t get cancer, diabetes or autism, study finds
Steve Kirsch: Sólo hay autismo en los niños vacunados