Los niños demuestran una capacidad innata para comprender tanto la comunicación verbal como la no verbal.
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Durante el primer año de vida los niños no paran de escuchar los sonidos que hay a su alrededor. El lenguaje receptivo se refiere al grado en que entienden el lenguaje como un sonido diferente al resto de la información auditiva que reciben.
Los recién nacidos pueden captar todos los sonidos distintivos que se emplean en cualquiera de los idiomas y perciben diferencias que los adultos no pueden distinguir por la costumbre del uso idiomático. Sin embargo, después de los seis meses de edad se concentran en discriminar solo los sonidos y patrones de su lengua principal, hasta aprender los mecanismos de repetición que les permiten comunicarse con soltura. Por lo tanto, el oído de los pequeños se afina con preferencia a su idioma principal y en consecuencia va perdiendo la capacidad de discriminar los sonidos de otras lenguas. Estos sonidos y patrones del habla son las primeras herramientas para construir el vocabulario y entender lo que se comunica.
Los niños entienden mucho más de lo que pueden expresar y esto lo demuestran con la comunicación verbal y no verbal. Cuando tienen un año comprenden peticiones sencillas en situaciones conocidas. Por ejemplo, un pequeño de 10 meses hace adiós con la mano después de que su padre le dice: “Di adiós con la mano”. A medida que crecen los niños pueden entender peticiones más complejas, incluso instrucciones que suponen múltiples pasos. Por ejemplo, un niño de 30 meses puede seguir sin problemas las instrucciones de su madre cuando le dice: “Busca la pelota, tráemela y siéntate conmigo que vamos a jugar con las piezas de madera”.
El número de palabras que los niños entienden aumenta cada día que pasa. A los 12 meses comprenden aproximadamente unas 50 palabras. Pero cuando alcanzan los 36 meses consiguen discriminar el sentido de más de 1.000. Es decir, en promedio han aprendido como mínimo una palabra nueva cada día. El desarrollo del lenguaje receptivo es muy importante, pues la capacidad de entender e interpretar el lenguaje influye en el éxito social que posteriormente tendrán los niños cuando se relacionen con otros.
La comunicación verbal y no verbal
El lenguaje incluye modos verbales y no verbales de comunicación. Las formas iniciales de la comunicación no verbal son los reflejos, el contacto con los ojos, apartar la vista y los movimientos del cuerpo. Pero los primeros gestos no verbales con clara comunicación intencional suceden cuando indican cosas con el dedo o menean la cabeza para informar sentimientos y deseos. La comunicación verbal empieza con llantos, sonidos vocales y arrullos. Hasta que llega un momento en el que los niños usan palabras sueltas para nombrar a personas y objetos. Finalmente, entre los 24 y 36 meses de edad consiguen combinar palabras y empiezan a formar oraciones breves y claras.
Si tienen un impedimento del habla o del oído, o un retraso del desarrollo, también pueden avanzar con estrategias no verbales para entender el lenguaje y expresarse. Esto se consigue utilizando el lenguaje de signos para comunicarse, porque ayuda a aliviar la frustración de los pequeños cuando no son capaces de usar palabras. Las fotos y los dibujos también son buenas herramientas para crear vínculos de comunicación y expresión entre los padres y sus hijos.
0 a 9 meses
Los niños empiezan a responder a la comunicación verbal y no verbal mediante el uso de sonidos y movimientos físicos.
Indicios
- Reacciona ante sonidos que se encuentran en el ambiente: llora si oye un ruido fuerte, se vuelve hacia una voz conocida
- Cuando está llorando, se tranquiliza al oír la voz de la madre: con un abrazo o toques suaves en la espalda
- Mira o se vuelve hacia la madre cuando dice su nombre
- Responde ante gestos: dice hola con la mano después de que la madre le saluda con la mano
Estrategias
- Narrar lo que está pasando en el entorno del niño: “Te cambio el pañal y después vamos a jugar al parque”
- Responder constante y atentamente a los indicios verbales y no verbales del niño
- Nombrar personas conocidas y objetos comunes que se encuentran en el entorno del niño con la comunicación verbal y no verbal: nombrar algo, señalarlo, tocarlo y usar gestos
7 a 18 meses
Los niños empiezan a entender el significado de acciones y sonidos, respondiendo en consecuencia.
Indicios
- Participa en la atención compartida de la madre: mira el mismo objeto que ella o algo que señala con el dedo
- Desarrolla una petición sencilla de una única etapa cuando se pide con un gesto
- Responde apropiadamente ante palabras conocidas: escucha las palabras “así de grande” y levanta los brazos en el aire
- Entiende aproximadamente 100 palabras vinculadas a sus experiencias cotidianas y su contexto cultural
Estrategias
- Pasar tiempo de calidad con el niño compartiendo actividades como leer y jugar con objetos
- Desarrollar actividades en las que el niño pueda señalar objetos con el dedo: “¿Dónde está la taza?”
- Cantar al niño canciones que tienen significado cultural y/o religioso y animarlo a cantar también
- Nombrar con frecuencia persona y objetos que el niño conoce: familiares o juguetes y libros favoritos
16 a 24 meses
Los niños empiezan a demostrar un entendimiento complejo del significado de las palabras, las expresiones faciales, gestos y fotos
Indicios
- Reconoce y demuestra un entendimiento de imágenes, personas y objetos conocidos: dice “mamá” señalando una foto suya con el dedo
- Entiende mandatos y preguntas sencillas y puede seguir peticiones que requieren dos etapas con el apoyo de gestos e indicios verbales
- Demuestra un entendimiento de palabras o frases conocidas produciendo respuestas apropiadas: se sienta en su silla después de escuchar que es hora de merendar
- Señala con el dedo partes del cuerpo cuando se le pregunta qué son
- Responde a pronombres personales: yo, ella, él
Estrategias
- Seguir nombrando objetos en el entorno del niño: usar lenguaje de signos o gestos al presentarle a personas u objetos nuevos
- Usar gestos al pedir que el niño realice acciones: señalar un coche y la canasta de juguetes pidiéndole que meta el coche dentro
- Hacerle preguntas al niño, participando en interacciones y actividades: “¿Puedes señalar el dibujo del gatito?”
- Realizar actividades con movimiento en las que se pide al niño que siga instrucciones concretas y bien definidas
- Usar libros e imágenes para estimular las conversaciones del niño
21 a 36 meses
Los niños siguen expandiendo su comprensión entre varios contextos mediante el uso de palabras, acciones y símbolos.
Indicios
- Nombra la mayoría de los objetos y las personas en un entorno conocido
- Comprende oraciones de más de una frase y puede seguir instrucciones que requieren múltiples etapas
- Demuestra que entiende un cuento al reaccionar con sonidos, expresiones faciales y movimientos físicos: riéndose, haciendo los ojos grandes o batiendo las palmas
- Entiende oraciones o instrucciones sencillas con preposiciones: “Pon la taza en el fregadero”
- Responde verbal y/o no verbalmente a comentarios o preguntas al conversar con compañeros y con adultos
Estrategias
- Seguir nombrando objetos en el entorno del niño. Nombrar o usar el lenguaje de signos cuando se le presentan personas u objetos nuevos
- Pedir que el niño haga acciones de dos etapas: “Por favor, pon la taza en el fregadero y luego lávate las manos”
- Leer a menudo con el niño. Después hacerle preguntas sobre lo que acaba de pasar en el cuento o lo que que puede pasar después, según avanza la narración
- Preguntar al niño sobre su juguete o amigo favorito. Preguntarle amablemente para que dé más detalles en la respuesta