Relacionado con:
– Auto-regulación, fundamento del desarrollo: Regulación de la atención
– Área del desarrollo 1, desarrollo social y emocional: Relaciones con los adultos
– Área del desarrollo 1, desarrollo social y emocional: Relaciones con los compañeros
– Área del desarrollo 4, desarrollo cognitivo: Desarrollo de conceptos
– Área del desarrollo 4, desarrollo cognitivo: Pensamiento simbólico
Los niños nacen con la capacidad y la necesidad de relacionarse socialmente. Esta comunicación social empieza en el mismo momento del nacimiento, cuando el bebé busca el calor y el alimento de la madre. Estas interacciones se vuelven más ricas y complejas según pasa el tiempo y adquieren una espontaneidad y naturalidad que solo puede garantizar el confortable entorno familiar.
La interacción social ocurre cuando los niños expresan sus necesidades con sonidos, llantos y el lenguaje corporal y los padres reaccionan ante esas señales y responden adecuadamente. Dichas interacciones sencillas producen el primer modelo de la comunicación que dará lugar más tarde a la aparición del vocabulario en el niño y las conversaciones familiares.
A los dos meses de edad hay un cambio importante con la emergencia de la sonrisa social. Este hecho marca el inicio de un periodo de interacción muy intenso para los pequeños, que se suele denominar la etapa del «bebé social». Esta sonrisa del niño es el primer comportamiento que se realiza únicamente con intención social y no para manifestar necesidades fisiológicas.
Durante la primera infancia los niños usan su sonrisa social, el contacto de los ojos, sonidos y expresiones de la cara para iniciar la comunicación con sus padres. Participan en la comunicación recíproca balbuceando en respuesta a algo que ha dicho la madre, o participan en interacciones que requieren turnos de actuación con otra persona, como el juego de esconderse la cara detrás de las manos. Estas comunicaciones llegan a ser cada vez más complejas a medida que los niños adquieren el lenguaje y una comprensión aumentada de las palabras, para expresar ideas que les permitan participar en intercambios breves de comunicación con los cuidadores según sus intereses particulares. Eventualmente, podrán contestar preguntas dirigidas por adultos. Para los 36 meses de edad los niños hacen sus propias preguntas, usan la repetición para mantener y extender conversaciones, e inician sus propias conversaciones.
El cambio a los dos meses
Las sonrisas que expresan los niños durante las primeras semanas de vida son a menudo espontáneas y producidas por actos reflejos. Pero en el entorno de los dos meses de edad los bebés comienzan a sonreír con intención verdaderamente social. Para los padres que han pasado todo su tiempo dando de comer, cambiando pañales y meciendo en brazos a su nuevo pedacito de alegría, ¡es un momento importantísimo! Porque la emergencia de la sonrisa social marca el comienzo de un nuevo periodo de relaciones cada vez más intensas y participativas. A partir de ese momento los niños comunican interactivamente y son más capaces de responder a las actuaciones intencionales en las comunicaciones con sus padres. Con el tiempo, los arrullos, las sonrisas y las carcajadas serán los elementos comunes de las interacciones cotidianas, creando una sensación agradable y cariñosa que fortalecerá los vínculos afectivos del pequeño con sus padres. Esta influencia positiva en las relaciones de apego de los niños produce una aceleración en su expansión de las habilidades del lenguaje y la comunicación.
0 a 9 meses
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Estrategias
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7 a 18 meses
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16 a 24 meses
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21 a 36 meses
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