Lógica y razonamiento


 

NORMA
 
Los niños demuestran una capacidad innata para usar el conocimiento, las experiencias previas y el método de ensayo y error para captar el sentido de su mundo y tener un impacto en él.
 

RELACIONADO CON:

– Auto-regulación, fundamento del desarrollo: Regulación de la atención
– Área del desarrollo 1, desarrollo social y emocional: Relaciones con los adultos
– Área del desarrollo 1, desarrollo social y emocional: Concepto del yo
– Área del desarrollo 3, desarrollo del lenguaje, la comunicación y la lectoescritura: Comunicación receptiva
– Área del desarrollo 3, desarrollo del lenguaje, la comunicación y la lectoescritura: Comunicación expresiva
– Planteamientos del aprendizaje: Resolución de problemas
– Planteamientos del aprendizaje: Persistencia, esfuerzo y atención

 

Los niños usan la imitación, las relaciones de causa y efecto y el método de ensayo y error para desarrollar las habilidades de lógica y razonamiento. Aprenden estas habilidades mediante las interacciones diarias con sus familiares y cuidadores. Desde muy temprano descubren que sus propias acciones y comportamientos tienen un impacto en las conductas y acciones de las otras personas y objetos. Por ejemplo, lloran para señalar sus necesidades con el objetivo de que su madre reaccione inmediatamente para satisfacerlas.

En cuanto pueden agarrar y manipular objetos usan la imitación para desarrollar su uso. Por ejemplo, golpean un tambor de juguete inmediatamente después de observar la misma acción realizada por su padre. Se enteran de las relaciones de causa y efecto al repetir las mismas acciones una y otra vez con la finalidad de producir el mismo resultado. Por ejemplo, dejan caer repetidamente un objeto desde una superficie elevada para que el hermano lo levante, al mismo tiempo que escuchan el sonido que hace al caer y observan cómo se agacha su hermano para recogerlo.

Durante el segundo año de vida las habilidades lógicas y de razonamiento van progresando mientras prueban con el ensayo y el error para resolver problemas cada vez más complejos. Comprenden con precisión los patrones y las relaciones entre los comportamientos que provocan en objetos y personas, aprovechándolos de diversas maneras. Por ejemplo, un niño podría mover objetos de diferentes maneras: al principio usando las manos y más adelante con otra parte del cuerpo, como los pies o la cabeza.

A los 24 meses de edad comprenden muy bien por qué determinadas acciones afectan a diversas personas y objetos de maneras diferentes. Entienden las funciones para las que se diseñaron los objetos, de manera que cuando tienen 36 meses ya pueden comunicar causas y efectos resolviendo los problemas con más eficacia.

 

Ejemplo de la vida real

Quique tiene 13 meses y está en su habitación. Se encuentra de pie delante de una mesa pequeña, manipulando objetos de la cocina de juguete. Está intentando colocar un vaso de plástico dentro del horno, pero no puede cerrar la puerta del aparato. Se frustra y tira la taza de plástico al suelo. Su madre Carolina está sentada al lado. Se inclina hacia adelante y agarra la taza. Se acerca un poco más a su hijo y le dice: “Veo que estás frustrado, déjame ver si puedo ayudarte”. Mira dentro del horno, señala el interior con el dedo y dice: “Quique, hay un plato adentro. ¿Me podrías pasar el plato?”.

El niño mira a su madre y luego mira adonde está señalando. Se inclina hacia el interior y agarra el plato. Se lo da a Carolina, quien le dice: “Inténtalo ahora” y le da la taza. Quique mueve la taza de un lado a otro y al final consigue que entre en el horno. Carolina sonríe, bate las palmas y dice: “¡Lo hiciste!” El niño sonríe, da brinquitos y luego bate las palmas. Da un chillido de alegría y vuelve a abrir el horno. Mueve el vaso varias veces hasta lograr que se meta dentro de nuevo. Una vez más lo hace con éxito. Su madre bate las palmas y dice: “¡Otra vez! ¡Lo hiciste otra vez!” Quique da otro chillido y bate las palmas de nuevo imitando la acción anterior de la madre.

Este ejemplo demuestra cómo la lógica y el razonamiento empiezan durante el primer año. A Quique se le hace difícil idear la estrategia para conseguir que la taza quepa dentro del horno. Persiste pero se frustra fácilmente. El niño no tiene el lenguaje expresivo para decir “ayúdame”, pero demuestra esa necesidad al tirar la taza. Su madre lee esta señal y lo ayuda a regularse reconociendo sus sentimientos y facilitándole la resolución del problema. Quique demuestra sus habilidades de lenguaje receptivo al recoger el plato y pasarlo a su madre. Usa una estrategia de ensayo y error moviendo la taza de varias maneras, hasta que consigue meterla dentro. Su madre apoya el desarrollo del concepto del yo de su hijo al animarlo y compartir genuinamente el gozo de su logro. La reacción positiva del niño demuestra su entusiasmo y gozo por haber la meta.

 

0 a 9 meses7 a 18 meses16 a 24 meses21 a 36 meses

0 a 9 meses

Los niños empiezan a estar conscientes y a usar acciones simples para tener un impacto en objetos y personas de su entorno.

Indicios

  • Usa la comunicación verbal y no verbal para provocar reacciones de su entorno familiar: ríe, llora, patalea, gesticula, etc.
  • Repite acciones parecidas con objetos distintos: agita un animal de peluche de la misma manera que un sonajero para producir un sonido
  • Busca y encuentra los objetos que se caen

Estrategias

  • Participar en las interacciones sociales que el niño comienza
  • Proveer juguetes interesantes que se pueden manipular fácilmente: al apretar o agitarlos, o que hacen sonidos al golpearlos
  • Jugar a turnarse con el niño: al esconderse la cara, primero uno después el otro

7 a 18 meses

Los niños combinan acciones específicas para tener un efecto en personas y objetos, al mismo tiempo que se relacionan con personas y objetos de diversas maneras para descubrir qué sucede después las interacciones y aprender.

Indicios

  • Utiliza los objetos según la manera en que están diseñados para ser usados: imita la conducción de un camión con un plato de plástico haciendo de volante
  • Pone a prueba diversas maneras de mover un objeto para ver qué sucede: hace rodar suavemente una pelota al principio y luego usa más fuerza para ver hasta dónde llega
  • Usa acciones diferentes para conseguir cierto resultado: construye una torre de bloques y luego la derriba con la mano, repite la actividad y usa la cabeza para derribar la torre
  • Imita el lenguaje corporal y las acciones simples de un adulto: comienza a gesticular con las manos para reforzar su comunicación verbal o imagina que limpia migajas de una mesa

Estrategias

  • Permitir que explore diversos juguetes
  • Narrar el juego: “¡Mira qué lejos llegó la pelota!”
  • Permitir que intente hacer cosas nuevas con algo de apoyo
  • Demostrar y explicar las relaciones entre objetos y/o personas

16 a 24 meses

Los niños entienden cómo acciones seleccionadas a propósito pueden afectar a diversas personas y objetos. También empiezan a conectar objetos e ideas a partir de la repetición y la experiencia.

Indicios

  • Repite acciones una y otra vez para causar efectos deseados: vuelca los contenidos de un cubo y vuelve a llenarlo de objetos otra vez
  • Empieza a pronosticar las consecuencias de acciones sencillas y conocidas: hay que llamarle la atención porque no para de jugar con los interruptores de la luz. Todos los objetos decorativos suben de nivel para que no los alcance, porque ya ha roto varios tirándolos al suelo
  • Entiende las funciones de los aparatos cotidianos: no conviene introducir los dedos en los enchufes porque es peligroso
  • Empieza a entender que ciertos comportamientos están relacionados con ciertos contextos: puede adquirir confianza con personas extrañas, pero muestra una cautela que no tiene en casa

Estrategias

  • Proveerle experiencias que demuestren la relación entre la causa y el efecto: objetos que producen sonidos después de que se realiza cierta acción
  • Mostrar y explicar lo que hacen los aparatos cotidianos y para qué son necesarios
  • Narrar las secuencias que se manifiestan mediante interacciones comunes: “Primero vamos a llenar la bañera con agua, después la lenaremos de patitos”

21 a 36 meses

Los niños tienen un entendimiento mayor de los efectos causales y pueden hacer pronósticos y escoger acciones específicas con el fin de conseguir un resultado deseado. También empiezan a aplicar experiencias pasadas y el conocimiento para formar ideas complejas.

Indicios

  • Reconoce acciones y objetos y puede generalizar sobre el significado de algo: ve que alguien abre un paraguas y sabe atribuirlo a la posibilidad de que esté lloviendo
  • Hace un pronóstico de lo que pasará después de una secuencia de eventos
  • Aplica experiencias pasadas a nuevas situaciones
  • Expresa la causa y el efecto en ciertas situaciones: “Me caí, me di un golpe en la cabeza y ahora tengo este chichón”

Estrategias

  • Usar cuentos y conversaciones cada día para pedirle que pronostique lo que puede pasar a continuación
  • Usar las experiencias pasadas en conexión con experiencias nuevas: pintar el suelo de la calle con tiza en lugar de usar lápices y papel en casa
  • Conversar sobre causas y efectos y experimentarlos durante las interacciones diarias: agregar un poco de azúcar y sal a dos vasos de agua distintos, preguntarle después por las diferencias
 

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