Relaciones espaciales


 

NORMA
 
Los niños demuestran una conciencia de cómo los objetos y las personas ocupan y se mueven en el espacio.
 

RELACIONADO CON:

– Auto-regulación, fundamento del desarrollo: Regulación de la atención
– Área del desarrollo 2, desarrollo físico y de la salud: Motricidad gruesa
– Área del desarrollo 2, desarrollo físico y de la salud: Motricidad fina
– Área del desarrollo 2, desarrollo físico y de la salud: Percepción
– Área del desarrollo 3, desarrollo del lenguaje, la comunicación y la lectoescritura: Comunicación receptiva
– Área del desarrollo 3, desarrollo del lenguaje, la comunicación y la lectoescritura: Comunicación expresiva
– Planteamientos del aprendizaje: Resolución de problemas
– Planteamiento del aprendizaje: Persistencia, esfuerzo y atención

 

Las relaciones espaciales se refieren a la comprensión que tiene el niño de cómo los objetos y las personas se mueven unos en relación con otros. Durante la primera infancia usan los sentidos para observar y recibir información de los objetos y las personas en su ambiente. Pueden ver y seguirlos con los ojos. Se enfocan en agarrar cosas y metérselas en la boca para comprender sus características físicas, pues su primera acción sensible espontánea después de nacer es la succión para mamar y este acto reflejo permanece durante los primeros meses de vida para comprender los objetos.

A medida que crecen usan el método de ensayo y error para hacer experimentos con el movimiento. Buscan la forma de que los objetos quepan en espacios, por ejemplo dejándolos caer en recipientes. Cuando adquieren movilidad se informan del propio cuerpo, el equilibrio y su relación con el entorno físico. Rodean obstáculos, pasan por encima de las personas o apartan objetos de su camino para alcanzar la meta que tienen en mente.

Con sus crecientes capacidades lingüísticas y cognitivas entienden palabras que caracterizan y describen objetos de su entorno. Saben qué es un objeto grande en contraste con otro pequeño y pueden expresarse empleando preposiciones simples. Sus habilidades cada vez son mejores, hasta que consiguen coordinar los ojos con las manos desarrollando la motricidad fina. El ensayo y error les permite superar desafíos cada vez más complejos, como el de colocar las piezas de un rompecabezas en su lugar correcto o introducir formas geométricas con éxito en un clasificador de objetos. Los niños son capaces de mover el cuerpo de diversas maneras para alcanzar metas, como pasar por un lugar estrecho o agacharse para sacar un objeto que se ha ido rodando debajo de la silla. Cuando tienen 36 meses usan palabras para describir las propiedades de personas y cosas y pueden reconocer dónde están sus cuerpos en relación con otros sin tener que usar el ensayo y error de manera física.

 

Las exploraciones de todos los días

Los niños hacen experimentos con las propiedades físicas de los objetos desde muy temprano. Al principio usan la observación para captar información del entorno. Notan contrastes en colores y patrones. Pueden reconocer caras humanas y empiezan a distinguirlas. Mientras crecen usan la exploración física para comprender las propiedades que tienen las cosas. Progresan desde sencillos toques suaves a un objeto hasta agarrarlo para metérselo en la boca o girarlo, retorcerlo o agitarlo hasta conocerlo mejor. Aprenden a identificar qué objetos producen resultados específicos. Por ejemplo, pueden subir o bajar el interruptor que enciende o apaga la luz, apretar botones de diversos objetos para producir música o luces de diversos colores. Los niños conocen cada vez más propiedades de los objetos a medida que desarrollan su cognición. Al cabo de poco tiempo pueden enunciar los nombres de las formas y los colores y distinguirlos. También terminan identificando las diferencias en el peso y la cantidad. Las experiencias sensoriales, como el juego con agua y arena, también apoyan su capacidad para distinguir las texturas mediante el tacto.

 

0 a 9 meses7 a 18 meses16 a 24 meses21 a 36 meses

0 a 9 meses

Los niños usan la observación y la exploración sensorial para formarse un entendimiento de cómo se producen las relaciones entre los objetos y las personas.

Indicios

  • Observa a personas y objetos en su entorno inmediato: mira sus manos y pies, sigue a la mamá con los ojos, vuelve la cabeza hacia sonidos
  • Extiende la mano hacia objetos y los agarra
  • Explora el entorno usando diferentes sentidos: empieza a dar toques suaves a objetos o se los mete en la boca
  • Se enfoca en un objeto que está en movimiento y lo sigue: mira un juguete que se va rodando después de caerse

Estrategias

  • Proveer juguetes y objetos interesantes y apropiados a la edad para la exploración
  • Interactuar y relacionarse con el niño frecuentemente durante el día, seguirle a los sitios donde quiere ir a jugar

7 a 18 meses

Los niños empiezan a usar el ensayo y error para descubrir cómo los objetos y las personas se mueven y ocupan el espacio unos en relación con los otros.

Indicios

  • Mete objetos en un cubo y luego los vuelca, repitiendo la acción
  • Empieza a identificar obstáculos físicos y soluciones posibles cuando se desplaza: gatea alrededor de una silla en vez de intentar pasar por debajo de ella
  • Deja caer cosas y observa lo que sucede y cómo se mueve
  • Distingue con claridad entre objetos pequeños y grandes: usa una o las dos manos según sea el tamaño del objeto

Estrategias

  • Proveer diversos tipos de objetos que el niño pueda mover de acá para allá: coches de juguete, pelotas o tazas que se anidan
  • Crear lugares seguros para donde el niño pueda gatear, trepar y desplazarse
  • Salir cada día al aire libre para que el niño pueda explorar la realidad exterior e interactuar con ella

16 a 24 meses

Los niños tienen una comprensión más clara del tamaño y del sentido de los movimientos, utilizando este conocimiento para expandir su entendimiento sobre cómo se mueven los objetos y ocupan el espacio unos en relación con los otros.

Indicios

  • Entiende palabras que caracterizan el tamaño: grande, pequeño
  • Usa un método sencillo de ensayo y error para armar rompecabezas simples: halla una pieza correspondiente, la orienta e intenta girarla para encajarla
  • Reconoce la orientación apropiada de los objetos: vuelve boca arriba una taza que estaba boca abajo
  • Empieza a entender preposiciones simples: debajo, dentro, detrás

Estrategias

  • Explicar al niño cómo se puede plantear una solución: “Vamos a intentar volver la pieza del rompecabezas así”
  • Conseguirle al niño oportunidades para resolver problemas con y sin ayuda, minimizando la posibilidad de frustración
  • Tres

21 a 36 meses

Los niños pueden pronosticar mejor cómo los objetos y las personas ocuparán el espacio y se moverán unos en relación con los otros. Tienen conocimiento de las propiedades de los objetos y lo usan sin tener que depender del método físico de ensayo y error.

Indicios

  • Usa palabras y gestos para describir el tamaño de los objetos
  • Reconoce dónde está el cuerpo en relación con los objetos: se mete a presión detrás de una silla
  • Arma rompecabezas sencillos con menos uso del ensayo y error: puede encajar la pieza de un rompecabezas en su lugar correcto identificando el tamaño y la forma nada más mirarla
  • Usa activamente el cuerpo para cambiar su posición relativa a objetos: trepa para sentarse en el sofá

Estrategias

  • Proveer rompecabezas y otras actividades de motricidad fina para que el niño puede avanzar en la comprensión espacial
  • Participar en actividades de movimiento que fomenten la destreza del equilibrio
  • Describir objetos comunes según su tamaño, forma y demás características
  • Crear un recorrido seguro de obstáculos donde el niño pueda correr, trepar, gatear, arrastrarse y manipular el cuerpo en diferentes posiciones
 

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