Auto-regulación emocional


 

NORMA
Los niños demuestran una capacidad emergente para identificar y manejar la expresión de los sentimientos de acuerdo con los contextos sociales y culturales.
 
Relacionado con:
– Área del desarrollo 1, desarrollo social y emocional: Expresión emocional
– Área del desarrollo 1, desarrollo social y emocional: Empatía
– Área del desarrollo 3, desarrollo del lenguaje, comunicación y lectoescritura: Comunicación social
– Área del desarrollo 3, desarrollo del lenguaje, comunicación y lectoescritura: Comunicación expresiva
– Área del desarrollo 4, desarrollo cognitivo: Memoria
– Área del desarrollo 4, desarrollo cognitivo: Seguridad y bienestar
 

La regulación emocional se refiere a las capacidades que tienen los niños para identificar y manejar sus sentimientos. Como con cada aspecto del desarrollo, la regulación emocional empieza con las relaciones que tienen con la familia. Unos padres atentos son los que satisfacen de manera constante las necesidades de los niños, construyendo el cimiento de una regulación emocional sana. Durante la primera infancia los niños necesitan que sus familiares los tranquilicen cuando están angustiados. Si estas necesidades se satisfacen de manera constante y sin largas esperas, entonces los niños desarrollan una percepción de seguridad y confianza en las personas que tienen a su alrededor. Los pequeños usan entonces esas experiencias positivas para aumentar sus propias estrategias para tranquilizarse a fin de seguir organizados, comenzando a aprender a manejar los propios sentimientos.

Los niños sienten emociones de todo tipo y reaccionan y las expresan sin pensar. Esta gama de emociones incluye todo, desde la alegría hasta la frustración y el temor. Durante los primeros tres años de vida los niños se esfuerzan por poner los cimientos del fundamento de esta habilidad. Se valen de sus padres, el juego y el habla privada para ayudarse a manejar los sentimientos. La familia, en su papel de co-reguladora, entrega modelos y apoyos a los hijos para que aprendan a organizar pausas entre los momentos de sentir algo y los de emprender una acción. Los niños aprenden a hacer una pausa para pensar, planificar y finalmente idear una respuesta apropiada en las situaciones en que experimentan sentimientos intensos. Si les va bien en tales interacciones, los niños aumentan entonces la capacidad de regular sus sentimientos de formas apropiadas, según las definiciones de sus contextos sociales y culturales. La regulación emocional es extremadamente importante, pues influye en la manera en que los niños se relacionan con los adultos y entre ellos, desarrollan la empatía, dominan habilidades nuevas y trabajan por resolver la frustración y los conflictos.

 

La tipología de los berrinches

Un berrinche es un momento de enojo o frustración extrema y se caracteriza por el llanto y los gritos. Los berrinches son un comportamiento común y apropiado en el desarrollo de los niños pequeños. Como no tienen ni el lenguaje ni la capacidad de controlar sus emociones y comportamientos, el estrés y la frustración provoca estas situaciones extremas. Se trata de sentimientos poderosos experimentados por todo su ser, por eso con frecuencia agitan los brazos y las piernas y se tiran al suelo. Los niños están dominando habilidades nuevas, pero cuando no pueden lograr una tarea, hacen berrinches para expresar su frustración. Los berrinches son comunes durante el segundo año de vida, cuando los niños empiezan a comunicarse con palabras. Pero son menos comunes según van mejorando las habilidades de comunicación. Los niños pequeños quieren tener un sentido de independencia y dominio de sí mismos, así que los padres deben enseñarles los límites y las opciones para que puedan percibir esa sensación de autocontrol.

 

0 a 9 meses7 a 18 meses16 a 24 meses21 a 36 meses

0 a 9 meses

Los niños están desarrollando la capacidad de manejar sus propias experiencias emocionales mediante la co-regulación, mientras comunican sus necesidades a los padres.

Indicios

  • El niño señala sus necesidades con sonidos y movimientos
  • Puede usar indicios para señalar que está sobre-estimulado: vuelve la cabeza, aparta la vista
  • Empieza a usar estrategias para tranquilizarse: se chupa las manos, agarra un objeto para sosegarse
  • Hace sonidos vocales y usa indicios de la cara para llamar la atención de la madre: llora, mira fijamente, le mira a los ojos

Estrategias

  • Estar presente para relacionarse emocionalmente con el niño, respondiendo de manera bien pensada a sus necesidades: llevarle en brazos, mecerle y abrazarle cuando está angustiado
  • Responder a las señales del niño para satisfacer sus necesidades
  • Prestar atención a indicios sutiles del niño para evitar que esté sobre-estimulado o incómodo
  • Reconocer y controlar los propios sentimientos en momentos difíciles: cuando un niño está llorando y no se pone tranquilo

7 a 18 meses

A medida que los niños avanzan en su dependencia de los progenitores y van aprendiendo de ellos, empiezan a usar habilidades más complejas y con más propósito para manejar los sentimientos.

Indicios

  • Comunica las necesidades a un adulto: señala algo con el dedo, mueve la cabeza para decir no
  • Puede sosegarse más eficazmente: se chupa el pulgar, agarra un juguete de peluche
  • Usa las referencias sociales en situaciones confusas: mira la cara de la mamá para sentirse más seguro ante la presencia de una nueva persona
  • Prefiere estar cerca de adultos conocidos en situaciones desconocidas: sigue al padre cuando sale del cuarto
  • Busca a la madre con acciones físicas: extiende la mano hacia la mano de la mamá o se acerca a ella cuando está asustado
  • Usa objetos de consuelo: un animal de peluche o una manta, para ayudarse a tranquilizarse

Estrategias

  • Responder atentamente ante las necesidades del niño: consolarle cuando se siente confuso con expresiones de la cara, la voz y el tacto
  • Darle al niño un modelo de la expresión apropiada de las emociones
  • Estar presente y demostrar sensibilidad a las necesidades del niño, leyendo sus indicios faciales y lenguaje corporal para medir lo que puede estar sintiendo
  • Corresponder al estado emocional del niño con expresiones de la cara y el lenguaje corporal: hacer los ojos grandes y moverse hacia arriba y abajo cuando el niño empieza a reírse y batir las palmas
  • Proveerle al niño objetos de consuelo cuando está perturbado o durante momentos difíciles como las transiciones: una manta, un animal favorito de peluche
  • Despedirse siempre al separarse del niño

16 a 24 meses

Los niños empiezan a reconocer una gama específica de emociones y manejan las propias usando estrategias avanzadas para tranquilizarse apoyándose especialmente en la madre.

Indicios

  • Usa los indicios de la cara de la madre y su lenguaje corporal para ayudarse en situaciones novedosas y confusas: ve un perro por primera vez y se vale de la sonrisa de la mamá como indicio para acariciarlo con cuidado
  • Usa el juego para clasificar y controlar los sentimientos: se imagina que un peluche tiene los mismos sentimientos, agarra un objeto y lo abraza fuertemente al pecho cuando está emocionado
  • Usa la comunicación verbal y no verbal para señalar que necesita a la madre: dice “mamá”, se sienta sobre las piernas de su padre
  • Comienza a nombrar algunos sentimientos: dice cosas del tipo “Yo feliz”
  • Empieza a hablarse a sí mismo (habla privada) para regular sus sentimientos: se dice a sí mismo “oso, dónde está oso”

Estrategias

  • Estar física y emocionalmente presente para el niño, respondiendo de forma bien pensada cuando pide algo
  • Describir los sentimientos al relacionarse con los hijos
  • Usar libros con ilustraciones que muestran los diversos sentimientos que los niños pueden experimentar
  • Dar una guía sensible y sosegar al niño cuando le cuesta trabajo manejar y expresar los sentimientos

21 a 36 meses

Aunque los niños todavía necesitan el apoyo de sus padres, son más capaces de manejar las emociones y pueden mantenerse regulados al empezar a discriminar las habilidades y estrategias que pueden aplicar en diferentes situaciones.

Indicios

  • Comunica los deseos y necesidades con palabras: dice “levántame”
  • Usa la fantasía en el juego para manejar la confusión y el temor: hace de doctor y le da una “inyección” a alguien
  • Busca el apoyo de la madre cuando se siente abrumado por una emoción, aunque también puede rechazar el apoyo
  • Expresa los sentimientos usando el juego
  • Agarra un objeto especial a ciertas horas del día: una manta, foto, libro o juguete de peluche

Estrategias

  • Estar física y emocionalmente presente para el niño: compartir las expresiones y los sentimientos del niño de gozo y alegría con el tacto y el sonido
  • Seguir usando libros que ilustran diversas emociones que los niños pueden experimentar
  • Validar los sentimientos del niño y comunicarle que son buenos
  • Proveer equilibrio tanto al apoyar al niño como al permitirle espacio para resolver las situaciones independientemente, usando los indicios que entrega el niño para determinar sus necesidades
  • Dar indicios y palabras para describir sentimientos más complejos que el niño podría tener
 

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