Quizá te habrás dado cuenta que uno de los problemas de los estudiantes de matemáticas en Primaria es cómo resolver los problemas matemáticos. ¿Te has puesto a pensar por qué muchos de esos alumnos tienen serias dificultades para resolver los problemas con enunciado? Las respuestas pueden ser varias, pero comparten una razón: esos alumnos no tienen un método de trabajo.
Un método es un procedimiento. Es decir, una serie de pasos ordenados que nos guían para hacer algo de manera correcta, sencilla, rápida y a veces divertida. Para resolver problemas matemáticos de esta forma existe un método de 8 pasos empleado en Singapur, un pequeño país del oriente de Asia que está entre los primeros países del mundo en renta per cápita gracias a las competencias de sus estudiantes para dominar y resolver situaciones matemáticas conflictivas. Como se suele decir, gracias a su excelente sistema educativo ese país es un pequeño gigante.
El método Singapur se ha revelado como uno de los más interesantes y efectivos a la hora de ayudar a que los niños aprendan matemáticas. Se trata de un sistema que da protagonismo al alumno y contribuye a que desarrolle su pensamiento crítico. Además, le resulta muy útil para comprender conceptos abstractos.
¿Qué es el método Singapur?
Cuando hablamos de método Singapur, hacemos referencia a una metodología basada en diferentes principios pedagógicos. Todos ellos tienen el objetivo de favorecer el aprendizaje a partir de la experimentación y la participación. Debe su nombre al país asiático en el que nació. En concreto, el método Singapur para las matemáticas surgió a partir de los estudios de Jerome Brunner, Zoltan Dienes y Rickard Skemp. Estos tres pedagogos se apoyaron en las teorías de Lev Vygotsky para desarrollar su trabajo.
Este método gira, principalmente, en torno a la resolución de problemas. Enseña al niño a razonar antes de sumergirle de lleno en la técnica operatoria. De hecho, como afirman sus creadores, el objetivo primordial no es resolver los problemas, sino entenderlos e interpretarlos. Si lo consiguen, se resolverán prácticamente solos.
Cuáles son los principios y etapas fundamentales del método Singapur?
Para realizar una precisa explicación del método Singapur, es necesario saber cuáles son los principios sobre los que se sustenta. En primer lugar, tenemos que explicar que coloca al niño en el centro de todo. Es decir, lo convierte en el protagonista de su propio aprendizaje. Asimismo, parte de lo concreto para, poco a poco, llegar al conocimiento abstracto que tan importante resulta en materias como las matemáticas.
Fue Jerome Brunner el encargado de diseñar el modelo de aprendizaje de este método. Para ello, dio prioridad absoluta a los contenidos visuales y a las situaciones inspiradas en el día a día.
Lo dividió en tres etapas, que son las siguientes:
- Etapa concreta. Es la primera de todas y consiste en presentar el problema. En ella se invita al niño a que explore y manipule una serie de objetos. Es el caso, por ejemplo, de los cubos de Mathlink o las torres de fracciones.
- Etapa visual. Superada la primera fase, llega el momento de modelizar el problema al que se enfrenta el alumno. En este punto, los objetos que citamos anteriormente son sustituidos por imágenes que los simbolizan. Esto permite presentar el problema de un modo esquemático.
- Etapa abstracta. Tras las dos etapas anteriores, hay que enfrentar al alumno a la operación matemática deseada. La ventaja es que, gracias a ellas, habrá comprendido conceptos como la suma, la resta, la multiplicación o la división.
Por tanto, podemos comprobar que el método Singapur se basa en la resolución de problemas para garantizar el aprendizaje del alumno. Pero, además, afirma que el mejor modo de reforzar los conocimientos adquiridos es mediante la asimilación de otros nuevos. Esto supone un avance constante en la formación y evita interrupciones que le retrasen.
Tampoco se trata de lanzar nuevos conceptos al alumno a toda costa. De hecho, otra de las premisas de este método educativo es que siempre es mejor estudiar pocos temas, pero aprenderlos en profundidad.
La importancia de la verbalización
Otro de los principios básicos del método Singapur en infantil es la verbalización. Con esto nos referimos a que invita a los alumnos a entablar un diálogo, tanto con el profesor como entre ellos.
Esta verbalización se traduce en una mejor metacognición, un concepto que hace referencia a la capacidad para comprender una estrategia de resolución de problemas y su eficacia. Sin duda, un elemento clave en el lenguaje.
Igualmente, esta invitación al diálogo reduce el miedo al error y, en gran medida, a las matemáticas en general. No olvidemos que se trata de una de las materias que mayor temor generan en el alumnado. Equivocarse es parte imprescindible del proceso de aprendizaje.
Basta con acudir a un aula en la que se impartan matemáticas empleando el método Singapur para darnos cuenta de ello. No sería raro que muchos de los niños nos contasen que, desde que se aplica, se ha convertido en su asignatura preferida. Al fin y al cabo, ninguna otra propone tantos desafíos a la hora de aprender.
¿Qué beneficios ofrece el método Singapur?
Tras estudiar en torno al método Singapur las opiniones de padres, docentes y alumnos, podemos afirmar que reporta todos estos beneficios:
- El aprendizaje se realiza de un modo progresivo. Se empieza siempre desde elementos sencillos para, poco a poco, elevar la dificultad por medio de la adición de nuevos contenidos.
Mantiene motivados a los alumnos. Puesto que siempre encuentran nuevos desafíos y problemas a los que enfrentarse. Así, no caen en el aburrimiento. - Mejora la comprensión del mundo que les rodea. Esto se debe, fundamentalmente, a que los niños trabajan siempre con materiales que forman parte de su día a día. Además, los deben manipular, lo que les resulta de gran ayuda para familiarizarse con ellos y con su utilización.
- Fomento de la experimentación y la creatividad. Dado que son los propios alumnos los que deben hallar las soluciones a los problemas planteados. En este sentido, la labor del docente es actuar como guía para que adquiera los conocimientos, no impartir lecciones magistrales.
Los conocimientos se asientan mejor. Puesto que se aprenden mediante el juego. Está demostrado que los niños aprenden mejor y más rápido cuando se divierten durante el procedimiento.
Sin embargo, este método tiene muchas más ventajas. Por ejemplo, gracias a él, los alumnos aprenden antes el “por qué” que el “cómo”, lo que es básico para su comprensión conceptual. Esta es una perspectiva de aprendizaje muy versátil que no solo resulta útil en las matemáticas, sino también en otras materias.
Por su parte, los niños que aprenden matemáticas mediante el método Singapur desarrollan una mayor habilidad en el cálculo mental. Esto les permite definir estrategias sin necesidad de usar lápiz y papel, lo que se traduce en mayor eficiencia a la hora de resolver problemas. Sus capacidades de análisis de la realidad se ven, asimismo, favorecidas.
Tampoco podemos olvidar que los alumnos se muestran más extrovertidos y participativos en el aula. Cuando descubren la solución a un problema planteado, no dudan en levantar la mano y exponerlo a los demás. Esto es muy relevante de cara a fomentar el aprendizaje colaborativo.
Resumen conceptual del ‘Método Singapur’
Metodo-Singapur Enlace al documentoLibro de referencia
La tarea de las madres para formarse y enseñar la ‘matemática materna’ a sus hijos a partir de los tres años requiere de conocimientos, experiencias y fortalezas que están presentes en los mejores matemáticos de las universidades más prestigiosas del mundo. La gran diferencia es que lo conseguido por los académicos tras años de duros estudios una madre lo lleva implícito en la misma maternidad y su propio ser persona.
Si bien el libro está destinado a los profesores y ‘profesionales’ de la educación, nosotros entendemos que no encontrará nunca mejor docente el niño que una ‘madre maestra’ convenientemente empoderada y consciente de todo lo que puede conseguir en su hijo. Pues el amor es la mayor transmisión de conocimiento y transmitir conocimiento y sabiduría es la máxima expresión del amor. Ambas perfecciones se retroalimentan mutuamente y todas las madres tienen ambas con sobreabundancia.